Justo empate sin goles en el Giuseppe Meazza (0-0)

Dos partes claramente diferenciadas que acaban con un global de 0-0 que, a priori, es más valioso para el Milan que para el FCBarcelona. La buena actuación de la defensa culé junto con un inspirado Abatti impidieron la llegada de goles, lo que hace que la eliminatoria llegue totalmente abierta al partido de vuelta.

En la primera parte, probablemente una de las mejores de toda la presente edición de la Champions League, los dos equipos salieron sin tapujos, a jugar de tú a tú, cada uno con su estilo. Un Barça con la posesión del balón, creando, como siempre, peligro a través de ella, y un Milan muy bien cerrado atrás, a la espera de robar en la zona de creación del equipo culé y lanzar rápidamente la contra a la espalda de Piqué y Mascherano. Las ocasiones más claras para el conjunto de Allegri fueron un disparo desde el área pequeña de Robinho que se marchó fuera por poco y un mano a mano de Ibrahimovic con Valdés, que el portero de L’Hospitalet solventó maravillosamente. Por parte del conjunto de Pep Guardiola, las ocasiones más claras llegaron por el centro, con paredes inverosímiles entre Iniesta, Xavi, Messi y Alexis, que acababa desvaratando el portero milanista. También se reclamó un penalti, que pareció bastante claro, de Abiatti sobre Alexis pero que el colegiado sueco decidió no señalar.

Ya en la segunda parte, el ritmo del partido cambió claramente. Ambos equipos salieron con mucha menos intensidad, dando por bueno el empate a cero. El partido se volvió muy monótono, con la posesión muy repartida entre ambos conjuntos y sin peligro en ninguna de las dos áreas. Las mejores ocasiones de este tiempo llegaron en los últimos minutos, coincidiendo con la entrada de Tello y Pedro, que aprovecharon su superioridad en la velocidad sobre Antonini y Mesbah respectivamente. El jugador del filial, cada día con más presencia en el primer equipo, estuvo a punto estuvo de marcar aprovechando un rechace de Abiatti tras disparo de Messi pero Antonini se cruzó a tiempo en la trayectoria del esférico evitando el 0-1. El Milan no gozó de ninguna clara oportunidad de gol en este segundo tiempo mientras que la última gran ocasión del partido fue para Puyol, pero su remate de cabeza a la salida de un córner se marchó fuera por poco.

Haciendo una lectura general del partido, el resultado de empate es justo pero quizás, y viendo las clarísimas y numerosas ocasiones de la primera parte, debió ser un empate con goles. Dentro de una semana, en el Camp Nou, “rossoneri” y blaugranas volverán a verse las caras para luchar por un puesto en las semifinales de la máxima competición europea.

Por David González Herrero

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