El Espanyol empató 2-2 un duro partido contra la Real Sociedad en el que los vascos
se pusieron por delante 0-2 en apenas 15 minutos. Dos goles de Vela adelantaron a los
‘Txuri-urdin’ que no supieron materializar la renta conseguida por el mexicano. El
Espanyol sigue sin sumar de a 3 puntos y ya van 4 partidos seguidos sin victoria.
Hay dos visiones de lo sucedido en Cornellà-El Prat. Primero la mala: el Espanyol
sigue sin sumar los partidos como victoria y esto hace que el equipo baje posiciones en
la clasificación y que no dé un golpe de autoridad a sus rivales enseñándole las ganas de
jugar Europa el año que viene.
Por otra parte, la visión buena es que dados los resultados de esta jornada (a falta del
encuentro entre el Málaga y el Racing de mañana) el sueño europeo está aún más
cerca. Sólo un punto separa al Espanyol de esa codiciada sexta plaza. Las derrotas de
rivales tan directos como Osasuna, Atlético de Madrid y Sevilla hacen que la lucha
sea todavía más dura y que, si todo sigue igual, se defina en las últimas jornadas.
Mauricio Pochettino tuvo una arriesgada decisión al iniciar el partido: sentar al
eslovaco Weiss y apostar por un medio más de contención con Baena en la medular.
No le salió bien la jugada al técnico argentino y como rectificar es de sabios, y también
que el resultado era más que negativo en la primera parte, apostó por la explosividad
y velocidad del jugador cedido por el Manchester City. La entrada del eslovaco
sumada a la conformidad de la Real Sociedad hicieron que el Espanyol cogiera
más la pelota y presionara más arriba. Fruto de esto llegó el primer gol, de esos que
dicen ‘psicológicos’ segundos antes de que se acabe la primera mitad. Un rechace
fortuito de los vascos donde la pelota rebota en Demidov y acaba al fondo de la red para
marcar en propia puerta el gol que subía el marcador del conjunto catalán.
Al iniciar el segundo tiempo, un Espanyol con la confianza y la adrenalina en alza, salió
en tromba a por el segundo gol. Nuevamente con mucha fortuna, y al minuto de juego
de la segunda mitad, un disparo de Weiss terminó en gol tras un rebote que desvió el
nigeriano Uche.
Con 2 goles para ambos equipos, hubo uno sólo que quiso jugar y ese fue el Espanyol.
Los vascos daban por bueno el resultado pero para el Espanyol todo lo que no fuese
sumar de 3 no le convencía. Tuvieron diferentes ocasiones para terminar de cuajar la
remontada pero el gol no se dejó ver más por Cornellà y las tablas en el marcador fue
un resultado que no dejó muy contento al aficionado perico.
Por su parte, el colegiado del encuentro Muñiz Fernández se comió uno de los
penaltis más claros de toda la liga sobre Sergio García que habría cambiado bastante el
transcurso del partido ya que podría haber supuesto el tercer gol espanyolista. El derribo
del guardameta Bravo sobre el de Bon Pastor fue tan evidente que hizo saltar a toda
la grada. Sorprende mucho que el árbitro no lo haya visto y no lo haya pitado con la
cantidad de faltas inexistentes que jornada tras jornada se pitan en todos los partidos de
la Liga BBVA.
No hay tiempo para lamentaciones ni reproches. En menos de 48 horas el Espanyol
juega uno de los partidos más importantes de este final de temporada, en el Reyno de
Navarra frente a Osasuna que viene de recibir 11 goles en dos partidos pero con las
chances intactas, también, de jugar en Europa el año que viene.
¡Força Espanyol!
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