¡¡Hexacampeones de Europa!!

España se lleva su sexta eurocopa tras ganar a Rusia (1-3) en un partido difícil, a pesar del resultado.

Desde los primeros minutos Rusia comenzó muy bien colocada, y jugando a su manera, es decir, un juego rápido que permite ejercer presión sobre su rival. Rusia se encontró con una España que también presionaba y, además, creaba ocasiones de gol con rapidez.

España salió a por todas, bien colocada en defensa, pero le faltaba profundidad. Las jugadas no terminaban, y el entendimiento y la puntería de los jugadores españoles fallaban. La defensa bien colocada en ambas selecciones avecinaba un partido complicado e igualado. Ambos equipos tocaban el balón y llegaban a la portería del contrario. Antes del descanso, España pudo adelantarse en el marcador con una clara ocasión de Miguelín.

En el segundo tiempo, ambas arrancaron con fuerza y presión sobre el contrario. Ni España, ni Rusia, se permitían fallos, ninguna de las selecciones tenía despistes en el terreno de juego. Y, cuando el partido parecía haberse atascado en el 0-0, llegó el gol de Rusia (Pula min. 3) tras un error de la defensa española. Los siguientes minutos pudieron ser cruciales para el partido, ya que en menos de 5 minutos, España tuvo dos claras ocasiones, que el portero ruso detuvo.

Cuando llevaban 10 minutos de la segunda parte, Rusia cometió su 5º falta y como consecuencia se quedó con un jugador menos, era el momento que España estaba esperando. No fue nada fácil, pero con ayudo del portero-jugador, España logró marcar el tanto del empate (Sergio Lozano, min.19). Con el empate, ambos equipos buscaban el gol que les hiciera campeones, pero no pudo ser. El tiempo de juego terminó con un 1-1 en el marcador, por lo que, se fue a prórroga.

La prórroga estaba cargada de nervios, de tensión. Ambos tocaban mucho, presionaban pero ninguno tenia ocasiones claras. Ya en la segunda parte del tiempo de prórroga, España aceleró su ritmo de juego, y logró así el 1-2 en el min. 3 (Sergio Lozano). Con el tiempo casi cumplido, Kike lanzó el balón que acabó en la portería rusa, haciendo así el 1-3 definitivo que hizo que España se convirtiera en hexacampeona de Europa.

En esta final España volvió a demostrar su buen juego, su fuerza física y mental, y sobre todo, su inagotable fe. Además de llevarse el título, el jugador español Jordi Torras fue nombrado mejor jugador del torneo y se llevo la Bota de Oro.

Con este partido acaba un europeo que siempre se recordará, que deja a España ganadora, seguida de Rusia, Italia y en cuarto lugar, la anfitriona, Croacia.

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