TRIUNFO AGÓNICO

El CD Tenerife logró una victoria importante frente al CD Toledo en la mañana del domingo. Para el cuadro local lo mejor del partido fue el 1-0 que reflejaba el marcador al final del encuentro. Tras los últimos resultados obtenidos por en conjunto blanquiazul y el ambiente de disconformidad que se respira en el entorno del equipo, se esperaba una salida en tromba por parte de los jugadores dirigidos por Andrés García Tébar. Esto no ocurrió, los insulares se mostraron incapaces de penetrar el férreo sistema defensivo planteado por los toledanos. El equipo entrenado por Antonio Acosta se limitó a permanecer juntos y bien ordenados dejando la iniciativa a los chicharreros, a los que les faltaba velocidad, chispa, movilidad entre líneas y capacidad creativa para sorprender a los visitantes. Desde la grada se comenzaron a escuchar tímidos silbidos ante el partido que estaban presenciando. El primer disparo a puerta fue en el minuto 28, obra de Perona y que, Saavedra, portero visitante, no tuvo mayores problemas para atajarlo.

Por parte de los visitantes, todo su bagaje ofensivo en la primera parte se limitó al lanzamiento de un saque de esquina. Así acabó la primera parte, con un ritmo muy lento y horroroso para los espectadores, quienes otorgaron una sonora pitada a los protagonistas en su camino hacia los vestuarios. La segunda parte comenzó sin señales de cambio, con algunas llegadas pero sin pegada. Los 8595 aficionados que se congregaron en el Heliodoro no necesitaban más que un córner o un tiro lejano y sin peligro para meterse en el partido y echarse el equipo a sus espaldas. Con la entrada de Kiko Ratón y Rubén Rosquete el ritmo aumentó un poco y llegaron algunas ocasiones tras centros desde los laterales que eran rematados por Aridane o el propio Kiko Ratón. Los visitantes intentaban trabar el partido con pérdidas de tiempo, dando por bueno el punto que, hasta ese momento, estaban consiguiendo. El Tenerife empezaba a actuar con ansiedad, nervios y cayendo en precipitaciones. Comenzó a cercar el área rival con un achuchón final con más corazón que cabeza. Y cuando todo hacía pensar que los dos equipos se repartirían los puntos llegó el milagro. En el minuto 49, tras un saque de banda desde la izquierda, la zaga toledana despejó el esférico hacia el borde del área donde se encontraba Cristóbal que envió un centro suave y bombeado que Pablo Sicila conectó con su pierna izquierda para enviar el balón dentro de la portería.

El delirio llegó a las gradas y maquilló un poco la imagen ofrecida por el equipo que, de seguir así, no da sensación de ser fiable para afrontar unos playoff tan duros como son los de ascenso a segunda división. Con esta dinámica peligra incluso el entrar en esos cuatro primeros puestos. El lado positivo es que pese a todo el equipo se encuentra tercero con 57 puntos. El CD Toledo por su parte, entra en posiciones de descenso y se complica este final de temporada quedando decimoséptimo con 33 puntos.

Por Juan Manuel Santos Torres Sígueme en twitter: @jmsantostorres

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