El Barça va de manita en manita

El Barça ni se despeinó ayer para golear al Bate Borisov. Cándido, casi infantil, el equipo bielorruso no dio la talla en una competición como la Liga de Campeones y jamás inquietó a un Barcelona que, sin forzar la máquina, fue poco a poco aumentando la renta en el marcador hasta endosar una manita al conjunto bielorruso en su campo.

Pensaba el técnico del Bate, Viktor Goncharenko (con 34 años el más joven de los equipos de Liga de Campeones), que haría daño al Barcelona metiéndose atrás y cerrando espacios para impedir que las triangulaciones de los azulgranas acabaran en jugadas de gol. Pero hace falta algo más que acumular gente en defensa para ganar al Barça; como mínimo intensidad, presión, garra, ... Con apatía y sin crear una sola ocasión de gol al contragolpe, lo mejor que le pasó al débil equipo bielorruso ayer fue que solo le endosaron cinco.

El Barcelona, por su parte, empezó poco enchufado. Tenía el balón pero daba la sensación de que estaba en uno de esos días en los que a los de Guardiola les falta chispa; como si el escenario no fuera el idóneo para mostrar de lo que son capaces. Pero el rival se empeñó en que los Messi, Villa y Xavi se animaran. Primero un centro de Alves por la derecha lo remató en su propia portería Volodko cuando llegaba Messi con la caña puesta. Pasaron tres minutos para que el Guaje colgara de forma magistral un balón a Pedro, que metió el segundo de cabeza. Y colorín colorado...

Era cuestión de tiempo que siguieran cayendo los goles, la posesión del balón era todo el tiempo del Barcelona, que lo movía sin velocidad, puesto que nadie intentaba quitárselo. Pero por si acaso el Barça no se animaba a sumar una nueva goleada, llegó en su ayuda el guardameta del Bate, Gutor, que en el minuto 39 puso en bandeja a Messi el tercero para los azulgranas: un centro de Pedro desde la derecha, al guardameta le da el balón en el pecho y se la deja franca al argentino para que anote el primero en su cuenta particular.

En la continuación todo siguió igual. El equipo bielorruso pasó del centro del campo en contadas ocasiones y todas ellas sin generar ningún peligro. Aumentaron la ventaja para el Barça primero Messi, tras una buena jugada por la derecha de Alves, que se la puso a La Pulga para que, con espacio, la colocara donde no llegaba el portero; y por último Villa, que batía a Gutor en un mano a mano. La siguiente cita del Barcelona será un Sporting que, tras el mal inicio de Liga y en su casa, tratará de ponérselo más difícil de lo que ayer se lo puso el Bate.

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